lunes, 14 de enero de 2013

Las puertas giratorias en la política




Las puertas giratorias en la política

Una cosa es que todo esto tenga cierto tufillo a corrupción y tráfico de influencias, pero otra más sangrante es que intenten tratarnos como niños o bobos.

 



Esperanza Aguirre


La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, deja su puesto de funcionaria en el Ministerio de Industria para trabajar en Seeliger y Conde, una empresa catalana especializada en la búsqueda y selección de directivos. En una nota, la firma precisa que la ha nombrado "presidenta del consejo asesor" del grupo y que se "incorporará próximamente a su nuevo cargo en Madrid". Minutos después de conocerse la noticia, avanzada por el diario Abc, la propia Aguirre ha dicho en su cuenta de Twitter: "En estos días me incorporo a Seeliger y Conde, firma cuyo objetivo es buscar el mejor talento para favorecer a las empresas españolas".

Fuentes populares han señalado que el nuevo cargo de Aguirre es compatible con su puesto como presidenta en el PP regional, que Aguirre seguirá ejerciendo.
 
 

 

 

Caso Guemes

 

Los posibles conflictos de intereses entre políticos que han tenido responsabilidades en la gestión de la sanidad pública y pasan a las empresas privadas del sector siguen alimentando la protesta generada en Madrid por la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud. Los dos últimos consejeros de Sanidad madrileños, del Partido Popular, tienen actualmente intereses en la sanidad privada. La empresa para la que trabaja Juan José Güemes —en el cargo entre 2008 y 2010— compró en noviembre pasado el 55% de la UTE (unión temporal de empresas) que realiza los análisis clínicos de seis hospitales públicos. Se da la circunstancia de que Güemes formaba parte del Ejecutivo madrileño cuando se adjudicó esta concesión administrativa, que suponía la privatización de los laboratorios clínicos que atienden a 1,2 millones de habitantes.

Güemes abandonó el Ejecutivo de Esperanza Aguirre en marzo de 2010, año preelectoral, para dedicarse a la empresa privada. Fichó por la escuela de negocios Instituto de Empresa, donde preside el Centro Internacional de Gestión Emprendedora. El pasado junio la empresa suiza Unilabs, dedicada a los análisis clínicos, le nombró consejero. En noviembre, Unilabs compró el 55% de la participación que el laboratorio catalán Balagué Center —que anunció un ERE en octubre— y la sociedad Ames tenían en la UTE que gestiona los laboratorios. El tercer socio es Ribera Salud. Según informó Unilabs en una nota de prensa en noviembre, la operación supuso cinco millones de euros.
                                

 Güemes asesora en las operaciones pero no negocia ni utiliza su imagen ni su pasado como consejero de Sanidad”, aseguró un portavoz de Unilabs horas después de que la cadena Ser informara de que la empresa de la que es consejero Güemes “se queda con la gestión de los análisis clínicos que él mismo privatizó”. El portavoz de Unilabs recordó que la empresa, integrada en Capio, no obtuvo ningún concurso público de la Comunidad de Madrid mientras Güemes fue consejero de Sanidad. Unilabs llegó a presentarse al concurso de los análisis clínicos, pero lo perdió contra Ribera Salud.

 

Guemes es marido de Andrea Fabra.

 

 

Caso Manuel Marín Ferrer

 

Manuel Marín Ferrer fue entre 2000 y 2007 el hombre de la Generalitat valenciana en el departamento de Salud de la comarca de La Ribera, de gestión privada. Durante este tiempo ocupó el cargo de comisionado. Su trabajo consistía en supervisar desde la Administración a la empresa privada adjudicataria de la atención sanitaria: Ribera Salud UTE. En septiembre de 2007 esa misma operadora sanitaria le fichó para ocupar el cargo de mayor responsabilidad: la dirección del departamento de Salud. Y pasó, sin etapas intermedias, de vigilar a la empresa desde su puesto de la Administración pública sanitaria a estar en nómina de la compañía.

 

Fuente: elpais.com

 

 

 

 

 

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