Las puertas giratorias en la política
Una cosa es que todo esto tenga cierto tufillo a corrupción y tráfico de influencias, pero otra más sangrante es que intenten tratarnos como niños o bobos.
Esperanza Aguirre
La presidenta del PP de Madrid,
Esperanza Aguirre, deja su puesto de funcionaria en el Ministerio de Industria
para trabajar en Seeliger y Conde, una empresa catalana especializada en la
búsqueda y selección de directivos. En una nota, la firma precisa que la ha
nombrado "presidenta del consejo asesor" del grupo y que se
"incorporará próximamente a su nuevo cargo en Madrid". Minutos
después de conocerse la noticia, avanzada por el diario Abc, la propia Aguirre ha dicho en su
cuenta de Twitter: "En estos días me incorporo a Seeliger y Conde, firma
cuyo objetivo es buscar el mejor talento para favorecer a las empresas
españolas".
Fuentes populares han
señalado que el nuevo cargo de Aguirre es compatible con su puesto como
presidenta en el PP regional, que Aguirre seguirá ejerciendo.
Caso Guemes
Los posibles conflictos de intereses entre políticos que han
tenido responsabilidades en la gestión de la sanidad pública y pasan a las
empresas privadas del sector siguen alimentando la protesta generada en Madrid
por la privatización de seis hospitales y 27 centros de salud. Los dos últimos
consejeros de Sanidad madrileños, del Partido Popular, tienen actualmente
intereses en la sanidad privada. La empresa para la que trabaja Juan José
Güemes —en el cargo entre 2008 y 2010— compró en noviembre pasado el 55% de la UTE (unión temporal de
empresas) que realiza los análisis clínicos de seis hospitales públicos. Se da
la circunstancia de que Güemes formaba parte del Ejecutivo madrileño cuando se
adjudicó esta concesión administrativa, que suponía la privatización de los
laboratorios clínicos que atienden a 1,2 millones de habitantes.
Güemes abandonó el Ejecutivo de Esperanza Aguirre en marzo de
2010, año preelectoral, para dedicarse a la empresa privada. Fichó por la
escuela de negocios Instituto de Empresa, donde preside el Centro Internacional
de Gestión Emprendedora. El pasado junio la empresa suiza Unilabs, dedicada a
los análisis clínicos, le nombró consejero. En noviembre, Unilabs compró el 55%
de la participación que el laboratorio catalán Balagué Center —que anunció un
ERE en octubre— y la sociedad Ames tenían en la UTE que gestiona los laboratorios. El tercer
socio es Ribera Salud. Según informó Unilabs en una nota de prensa en
noviembre, la operación supuso cinco millones de euros.
“Güemes
asesora en las operaciones pero no negocia ni utiliza su imagen ni su pasado
como consejero de Sanidad”, aseguró un portavoz de Unilabs horas después de que la cadena Ser
informara de que la empresa de la que es consejero Güemes “se queda con la
gestión de los análisis clínicos que él mismo privatizó”. El portavoz de
Unilabs recordó que la empresa, integrada en Capio, no obtuvo ningún concurso
público de la Comunidad
de Madrid mientras Güemes fue consejero de Sanidad. Unilabs llegó a presentarse
al concurso de los análisis clínicos, pero lo perdió contra Ribera Salud.
Guemes es marido de Andrea Fabra.
Caso Manuel Marín Ferrer
Manuel Marín Ferrer fue entre 2000 y 2007 el hombre de la Generalitat valenciana
en el departamento de Salud de la comarca de La Ribera , de gestión privada.
Durante este tiempo ocupó el cargo de comisionado. Su trabajo consistía en
supervisar desde la
Administración a la empresa privada adjudicataria de la
atención sanitaria: Ribera Salud UTE. En septiembre de 2007 esa misma operadora
sanitaria le fichó para ocupar el cargo de mayor responsabilidad: la dirección
del departamento de Salud. Y pasó, sin etapas intermedias, de vigilar a la
empresa desde su puesto de la
Administración pública sanitaria a estar en nómina de la
compañía.
Fuente: elpais.com
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