
» Casa
con ‘spa’ y pista de pádel en urbanización de lujo. Es muy probable que la familia desahuciada que ocupe
durante dos años la casa de la playa de Eulogio Carmona y Felisa García, dos
jubilados de 64 y 62 años que residen en Mataró (Barcelona), experimente un
cambio de entorno radical: en la urbanización de lujo Talasos II de Vera
(Almería), donde se encuentra la vivienda de 85 metros cuadrados
más terraza que ellos han decidido ceder, el césped del jardín está
perfectamente cortado y la piscina cubierta tiene hasta jacuzzi. En sus ratos
libres, además, los desalojados podrán disputar con los acaudalados vecinos una
partida de pádel. Los requisitos: pagar los gastos de luz, agua y comunidad,
que Eulogio calcula en unos 125 euros al mes. “Y que sea una familia de orden
que trate la casa como si fuera suya”, apostilla ella.
Eulogio y Felisa
viven una jubilación acomodada, pero no son especialmente adinerados. Dos de
sus cuatro hijos están en paro. ¿Qué motivó su gesto? “Yo he conocido las
cloacas de los bancos”, suelta Eulogio, que durante 30 años dirigió una pequeña
empresa de intermediación entre clientes morosos y entidades. “En esa casa
pasamos como mucho una semana al año, y nos dimos cuenta de que podíamos
arreglarle la vida un poco a una familia”, explica él. Escribió un mensaje en
su perfil de la red social Twitter, en el que ofrecía el piso. Y se desató la
locura. Avalancha de tuits y llamadas de periodistas. De eso hace unos diez
días, y ya han descartado candidatos por demasiado pobres. “Sería un acto de
irresponsabilidad meter a alguien que no puede asumir los gastos mínimos”,
defiende Eulogio. Una familia con dos niños pequeños y una mujer víctima de
violencia de género con su hijo se reparten las papeletas para mudarse al lado
del mar.
»
Promotor inmobiliario rehabilitado. La promotora inmobiliaria familiar, en la que trabaja desde los 18
años, lleva construidas unas 15.000 viviendas. El empresario madrileño Antonio
Gimeno, de 48 años, resultó directamente beneficiado por la burbuja
inmobiliaria. “Lo importante es corregir los errores y colaborar en solucionar
los problemas”, defiende. Así que ha dado un giro de 180 grados, y a través de
una fundación que ha constituido ha ofrecido a desahuciados el edificio de 25
viviendas que su promotora construyó en L’Alcúdia, Valencia, con una inversión
que cifra en cinco millones de euros.
Los beneficiarios
podrán ocupar por 50 euros al mes y durante diez años los pisos, que en 2007
salieron a la venta por 180.000 euros (nunca se vendió ninguno). El dinero irá
destinado al mantenimiento del edificio y a obra social en el pueblo, explica
Antonio. La iniciativa también le reporta algunos beneficios, como dejar de
pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles de esas casas (una fundación está exenta)
y que el Ayuntamiento se ha ofrecido a asumir los gastos de la comunidad. El Consistorio
se ocupa también de la selección de los inquilinos. “El problema es tan grande
que hay que dejar de opinar de las cosas y pasar a hacer algo”, concluye.
» Piso de
80 metros
en Gijón. “Cedemos
gratuitamente piso a familia necesitada en Gijón”. Desde que Isabel y José
pusieron este anuncio en un diario regional, hace casi un mes, su teléfono no
ha parado de sonar: han recibido más de 800 llamadas. “Porque hoy más que nunca
no podemos cerrar los ojos a las desgracias de nuestro alrededor. Algunos podemos
contribuir a aliviar el sufrimiento que están sintiendo muchas familias”,
rezaba el texto.
Este matrimonio
vive con su hija en Bilbao y es propietario de un inmueble en el centro de la
ciudad asturiana que solo utiliza en vacaciones y algunos fines de semana,
cuando va a ver la familia. La entrega se hará a través de la firma de un
contrato de cesión por un año. Quienes vivan en este ático de 80 metros cuadrados
y amueblado, solo tendrán que pagar el consumo que hagan de los servicios
básicos.
Ella tiene 34
años y es funcionaria. Él, de 40, es alto directivo de una empresa. Isabel y
José, sin embargo, no son sus verdaderos nombres. No quieren que se sepa su
identidad. “No somos lo relevante en esta noticia”, argumenta la joven.
Con tal volumen
de llamadas, la tarea de selección será ardua. Las historias que están
escuchando son muy dramáticas. Isabel sabe que será duro dejar fuera a tanta
gente, pero le reconforta que al menos una familia necesitada consiga un hogar.
»
Seminario convertido en viviendas sociales. El obispo de Lleida, Joan Piris, asistió el 7 de
diciembre a una reunión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y del encuentro
salió con la idea de ceder parte del antiguo seminario de la ciudad a la
construcción de viviendas para desahuciados. “No entiendo que se rescate a los
bancos y no a las personas”, dijo a la salida.
La iniciativa
requiere encontrar a una persona o empresa que pueda financiar el proyecto. “La
diócesis no tiene dinero para invertir en la reconversión”, apunta Carles
Sanmartín, delegado de pastoral caritativa y social. La propuesta ya ha tenido
una gran repercusión. Se han puesto en contacto con ellos constructoras,
arquitectos e incluso una empresa de pinturas.
Con estos
cimientos, una comisión de voluntarios se ocupará de que la idea se
materialice. Esta decidirá cuestiones como cuántas viviendas habrá, de cuánto
será el alquiler y a qué se destinarán esas cuotas, que en todo caso no irán a la Iglesia. El padre
Sanmartín cree que se podría dar cobijo a entre seis y ocho familias y que la
renta no superará los 200 euros. La comisión cuenta con representantes de la
plataforma de afectados, asociación que estará muy implicada en la selección de
las familias.
“Ante esta crisis
tan gorda, o cada uno aporta su grano de arena o no salimos. Uno de los
arquitectos es un chico joven en paro que nos ha dicho: ‘No tengo dinero, pero
pongo mi experiencia al servicio del proyecto”, relata el clérigo. “La gente está
despertando”, concluye esperanzado.
» Se
ceden tres pisos. A principios
de mes, José Manuel Pena, portavoz de Stop Desahucios de Barbanza, recibió una llamada. Al otro
lado de la línea, un vecino de esa comarca de A Coruña ofrecía tres viviendas
de la zona para los más desfavorecidos. Esta familia tampoco quiere
protagonismo; permanece en el anonimato.
Al igual que en
el caso de Isabel y José, los pisos, de unos 90 metros cuadrados ,
están amueblados y quienes habiten en ellos solo deberán pagar los gastos
corrientes. “La cesión se hará por el tiempo que la familia alojada lo
necesite, hasta que a través de la Administración consiga una vivienda en
condiciones o mejore su situación”, explica el portavoz de la plataforma
ciudadana.
José Manuel Pena
se siente satisfecho de no contar aún con ningún candidato. Espera no tener que
recurrir a esos domicilios, porque eso significará que nadie ha perdido su
casa. “Hasta ahora hemos paralizado los desahucios que estaban previstos”, se
congratula. La propuesta, que se dirigió a esta asociación coruñesa, está
abierta a afectados de otros lugares.
El
activista resume el espíritu de este incipiente movimiento ciudadano: “La
sociedad civil va muy por delante de los políticos”.
Artículo
del País:
http://politica.elpais.com/politica/2012/12/23/actualidad/1356280992_802322.html
La sociedad Civil está liderando cambios que los políticos no son capaces o no tienen interés en hacerlo. En este tema, empezaron primero, grupos de indignados impediendo desalojos, luego los jueces se plantaron y ahora vemos casos individuales pero muy significativos como los de este artículo, sobre lo que los administrados deseamos: que se pongan de acuerdo los políticos para afrontar seriamente este problema. Se que el gran problema pudiera ser la contracción del crédito, ahora que más se necesita, (por cierto, ¿más contracción del que ya existe?). Pero incluso hay entidades bancarias que ya han paralizado los lanzamientos de desalojo. No ha sido gratuito y lo sabemos. Pero qué están haciendo los políticos al respecto?. Espero que trabajando, porque si no no entiendo lo de que ganan poco...
ResponderEliminar