
El
miércoles subí al Pagasarri como mi amigo Ramón Félix y coco, su perro. Un día
precioso. De regreso teníamos reservada una alubiada en el restaurante Mendipe,
con, quizás, una de las mejores vistas a Bilbao. Magníficas por cierto (la alubiada
y las vistas).
Surgió
el tema de mi post anterior: en este país no hay más Bárcenas porque el
personal o no puede o no sabe cómo hacerlo. Ramón estaba de acuerdo conmigo y
además añadió: " y es un país muy puñetero, cuando estás arriba te lamen
el culo, cuando bajas un poco, te empujan para que te caigas, y cuando estás en
el suelo, te pisan el cuello. Y quien más fuerte te pisa es aquél que más te ha
lamido el culo". No se si Ramón hablaba pensando en alguien en concreto.
Yo
voy a poner el caso del Rey. No soy monárquico y a pocos he conocido que lo
manifiesten públicamente. Pero somos un país de cabrones. Seamos
honrados con nosotros mismos y reconozcámoslo. Las dos Repúblicas terminaron
con sendos golpes de estado. No somos capaces de ponernos de acuerdo en casi
nada: Las Víctimas del Terrorismo, tiene asociaciones distintas; lo que empezó
como un germen auténtico de rebeldía frente a la Clase Política ,
Movimiento 15M, resulta que se está dividiendo, los políticos solo se ponen de
acuerdo en sus condiciones salariales, en lo demás solo priman sus intereses de
partido y no de los ciudadanos y así podríamos seguir en infinidad de casos. Tenemos
una incapacidad natural para crear grupos coherentes, para trabajar juntos en
equipo. Y quizás el Rey es una de las únicas figuras no discutibles. Hasta
ahora.
De
un tiempo a esta parte, el Rey está en la fase de “te empujo a ver si te caes”.
Si bien es cierto que ha dado suficiente munición a los medios desde hace mucho
tiempo, también es verdad que hasta ahora, la tenían en reserva. Por otra
parte, desde el punto de vista profesional, pocas cosas se le pueden reprochar
al Rey. Todo lo contrario. Pero la crisis hace pagar a todos su parte alícuota.
Al Rey se le puede criticar la falta de agilidad para empatizar (y eso que es
puro Borbón) con la situación actual de crisis. Pero invitarle a un Sálvame de
Lux para dar una vuelta a toda su vida personal, que en mi opinión, solo
interesa a su familia, cuando hasta ahora nos importaba un bledo con quién se
metía en la cama, me parece excesivo. Que además tenga un yerno encausa-do, y
seguramente embarga-do, pues eso, que el juez investigue y sentencie, alcance a
quien alcance. Pero volviendo al principio, comprobemos quién le está moviendo
y sabremos quiénes le estaban lamiendo el culo no hace tanto tiempo.